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Hola Profes,
Hoy quiero hablarles de un concepto clave que puede transformar la forma en que diseñamos programas de entrenamiento: la especificidad desde la perspectiva de la Teoría de los Sistemas Dinámicos (TSD). Aunque la especificidad es un principio bien conocido en el mundo del entrenamiento deportivo, la TSD nos ofrece una manera diferente y más compleja de entenderla, con implicaciones directas para mejorar el rendimiento de nuestros atletas.

Vamos a explorar qué significa este enfoque, cómo se diferencia de las ideas tradicionales y cómo aplicarlo en nuestra práctica diaria.


1. ¿Qué es la Especificidad en el Entrenamiento?

El principio de especificidad establece que las adaptaciones al entrenamiento son específicas a los estímulos aplicados. Esto implica que si queremos mejorar en una habilidad o capacidad concreta, debemos entrenarla directamente bajo condiciones similares a las que se enfrentarán en la realidad. En pocas palabras, entrenar de forma específica lleva a mejoras específicas.

Por ejemplo, un corredor de maratón necesita entrenar principalmente resistencia aeróbica, mientras que un levantador de pesas se enfoca en fuerza máxima y potencia. Sin embargo, la especificidad no se limita a las capacidades físicas, sino que también abarca patrones de movimiento, entorno de ejecución y demandas cognitivas.


2. Especificidad desde la Teoría de los Sistemas Dinámicos

La TSD nos ofrece un marco más complejo para entender la especificidad. Según esta teoría, el rendimiento deportivo no depende solo de las capacidades individuales del atleta, sino de la interacción de múltiples sistemas que incluyen al organismo, la tarea y el entorno.

¿Qué es la Teoría de los Sistemas Dinámicos?

Es un enfoque que ve al cuerpo humano como un sistema complejo y adaptable que responde a estímulos de manera no lineal. Esto significa que el comportamiento emergente (el rendimiento deportivo) es el resultado de la interacción entre:

  • El organismo: Factores internos como fuerza, flexibilidad, coordinación y capacidades cognitivas.
  • La tarea: Las demandas específicas de la actividad deportiva.
  • El entorno: Elementos externos como el terreno, las condiciones climáticas y la presión competitiva.

La especificidad, desde esta perspectiva, no se trata solo de replicar movimientos, sino de entender cómo interactúan estos sistemas para lograr el rendimiento óptimo.


3. Diferencias entre el Enfoque Tradicional y el de la TSD

Enfoque TradicionalTeoría de los Sistemas Dinámicos
Ve el cuerpo como una máquina con partes aisladas que se entrenan por separado.Considera al cuerpo como un sistema integrado y adaptable.
Se enfoca en capacidades individuales como fuerza, resistencia o velocidad.Analiza cómo estas capacidades interactúan con la tarea y el entorno.
La práctica específica se limita a reproducir movimientos o patrones estándar.Busca que los atletas se adapten a las variaciones y complejidades de la tarea real.

Por ejemplo, un futbolista no solo debe entrenar a correr rápido (capacidad individual) sino también a tomar decisiones rápidas en un campo de juego bajo presión (interacción entre organismo, tarea y entorno).


4. Especificidad como Adaptación a la Variabilidad

Un concepto clave en la TSD es la variabilidad funcional, que se refiere a la capacidad del sistema de adaptarse a diferentes situaciones. Contrario a lo que se pensaba, no siempre se busca repetir un patrón exacto de movimiento, sino que los atletas sean capaces de ajustarse a condiciones cambiantes.

¿Qué implica esto para el entrenamiento?

  • Diseñar prácticas que incluyan variabilidad controlada, como modificar el entorno, el ritmo o las reglas de un ejercicio.
  • Entrenar en entornos que simulen situaciones reales, por ejemplo, practicar en el tipo de terreno donde se compite o bajo las mismas condiciones climáticas.
  • Incorporar tareas que exijan tomar decisiones o adaptarse a cambios inesperados.

Este enfoque no solo mejora la especificidad, sino que también reduce el riesgo de lesiones al preparar al sistema para responder a diferentes estímulos.


5. Cómo Aplicar la Especificidad Según la TSD en el Entrenamiento

A continuación, les comparto algunos ejemplos prácticos para incorporar la especificidad desde la TSD en diferentes deportes:

Fútbol

  • Organismo: Mejorar la capacidad aeróbica y anaeróbica, pero también la percepción visual para reconocer patrones de juego.
  • Tarea: Diseñar ejercicios que incluyan cambios de dirección, fintas y pases en situaciones de presión.
  • Entorno: Entrenar bajo diferentes condiciones climáticas y en campos de distinta calidad.

Levantamiento de pesas

  • Organismo: Focalizar en fuerza máxima y estabilidad articular.
  • Tarea: Introducir ejercicios que involucren cambios de agarre o variaciones en la posición inicial.
  • Entorno: Practicar con diferentes implementos (barras, mancuernas, kettlebells) y condiciones (ruido, música o público).

Atletismo (velocidad)

  • Organismo: Mejorar la potencia muscular y la coordinación intermuscular.
  • Tarea: Integrar carreras con salidas desde diferentes posiciones.
  • Entorno: Simular condiciones de competencia, como usar los mismos tacos de salida y entrenar con adversarios.

6. Recomendaciones Prácticas

  1. Evalúa las demandas de la tarea deportiva: Antes de diseñar el entrenamiento, analiza cuáles son los elementos clave del deporte y cómo interactúan el organismo, la tarea y el entorno.
  2. Introduce variabilidad funcional: Diseña ejercicios que permitan al atleta enfrentar situaciones similares a las que encontrará en competencia, pero con un grado de incertidumbre.
  3. Simula el entorno competitivo: Siempre que sea posible, replica las condiciones específicas del deporte, ya sea el lugar de entrenamiento, el tipo de implemento o las condiciones climáticas.
  4. Favorece la toma de decisiones: Incorpora tareas que exijan resolver problemas en tiempo real, como juegos reducidos en deportes de equipo o ejercicios con objetivos cambiantes.
  5. Progresión dinámica: Ajusta constantemente los estímulos para que el sistema no se estanque y siga adaptándose.

Conclusión

La especificidad desde la Teoría de los Sistemas Dinámicos nos invita a replantear cómo diseñamos nuestros entrenamientos, centrándonos en la interacción entre el organismo, la tarea y el entorno. Este enfoque no solo mejora el rendimiento, sino que también prepara a nuestros atletas para adaptarse a las demandas reales de su deporte.

¡Pruébenlo, Profes! Incorporen estas ideas en su planificación y observen cómo el rendimiento de sus atletas evoluciona de manera más integral y efectiva. Recuerden: no entrenamos máquinas, sino sistemas complejos en constante adaptación.

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Author

Carlos Wheeler

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